jueves, 24 de mayo de 2012

GINTONICBOY Y WHITELABELGIRL

Aquella noche ibamos muy ciegos,
pero tu abriste la cortina de tu sonrisa.
Eramos pocos pero lo pasamos bien,
y a la primera me caíste bien.
Conocí a tu novia antes que a tí,
y en realidad flipé cuando la conocí.

Y ahora el tiempo pasa y confirma,
que la amistad seguirá
hasta que quemen nuestros huesos.

Aquella mañana nos lo pasamos genial,
seguíamos todos con ese pedo brutal,
pero tu estabas ahí con tu juventud,
con tu gin cola, y bebiendo tragos de amor.

Y ahora el tiempo pasa y confirma,
que la amistad seguirá
hasta que se quemen nuestros huesos.

La noche siguiente te prometí,
escribirte un poema,
titularlo Gintonic Boy,
y tatuar a Nerea en mi poema.

Pasó el tiempo y llegó Marzo,
y aquella locomotora loca pasó,
por encima de nuestras mentes.
Fue la clave, para entregar
las llaves de mi corazón
a este círculo de locos.

Y ahora el tiempo pasa cada vez más deprisa,
Berlín, está ahí al lado.
Pienso, luego escribo
y se que será dificil olvidar-os.

Graxias...

Me tomaré unos gin y unos whiskis a vuestra salud.

martes, 22 de mayo de 2012

la chica del lienzo II


La exposición se llenó, por ahí estaban citados varios dibujantes, escritores, directores de cine, cantantes, fotografos, pintores, etc... que habían formado aquel elenco de artistas en la movida madrileña, y que se habían reunido para recordar lo que caso treinta años había estado en la casa de los "March".
Ella fascinada antes de entrar, y sus zapatos rojos ya brillaban por la alfombra negra. Liberada de toda la atención después de pasar por la puerta principal, mientras hacían fotos a las leyendas vivas del momento.
El pintor se presentó, besó a la chica, y la llevó a una sala donde estaba Vicent Ribeira, un fotógrafo portugues que andaba por allí y comenzó a hacerla fotos. A ella le estaba gustando, estaba bien guapa, con su lazo rojo aterciopelado a breves centímentros del corazón.
Los flashes inundaron el fondo blanco, y se disparaba el objetivo. Ella contagiada de una felicidad sonreía y cambiaba de postura buscando su perfil bueno. El carmín daba otro toque a la intensidad y a los contrastes de la foto. Mientras Ribeira fotografiaba, el americano pintaba la secuencia, y todo un fondo imaginario lleno de soles, de flores, de arcoiris, como si fuera una de esas portadas psicodelicas que existían en los años sesenta.

Donald- ¿Cómo te llamas?
Ella- ¿lo tienes por qué saber?
Donald- Para dedicarlo, pero si no quieres decirmelo, no te lo dedicaré.
Ella- No seas un niño, te lo diré cuando te lo tenga que decir.
Donald- Muy bien entonces pondré el nombre que quiera. Ribeira dejanos solos un momento.
Ella- Se puede quedar no hay problema.
Donald- No me gusta que la gente vea mis lienzos personales.

Pasaron a una pequeña sala. Al parecer el pintor tenía un estudio pequeño allí, donde guardaba sus cuadros.

Donald- ves toda la clase de pinturas, ¿Te gustan?
Ella- Si,un momento, esta me suena, ¿soy yo?
Donald- Sí, esta eres tú. Coincidimos en una clase de Bellas Artes en la calle La Palma, pero ni hablamos y yo te pinté este cuadro. Pensé que no te volvería a ver, pero mira aquí estamos los dos, contemplando la misma pintura.
Ella- Me lo puedo quedar.
Donald- Claro Air.
Ella- Air?
Donald- si son las tres últimas letras de tu nombre al revés. Aquel día nos presentaron en clase y tu dijiste con mucha felicidad tu nombre. Air, me gusta, como el aire suave cuando te presentaste con tus converses lejos hoy de tus zapatos rojos, y de tus jeans lejos hoy del vestido que llevas.
Ella- Me impresionas...
Donald- Mira este, es de cuando estuve en África con las jirafas. En plena sabana.
Ella- Interesante, hmmm...
Donald- Pues todo eso es con esfuerzo, y mucha inspiración.
Ella- Anda! Con una Vespa.
Donald- Este soy yo emulando a Jimmy Cooper.
Ella- ¿Quién es Jimmy Cooper?
Donald- El protagonista de Quadrophenia, una película sobre rockers y mods.
Ella- Estoy perdida.
Donald- Pues montate en la vespa de tu imaginación y busca tu lugar.
Ella- Por qué eres tan... diferente,
Donald- Eso es malo Air.
Ella- No, tiene sus cosas buenas.
Donald- Ya has desnudado parte de mi arte. No quieras conocerme totalmente. Deja algo para otro día.
Ella- no, no. Dejemos al artista trabajar. Me voy.
Donald- Adiós Air, antes de irte cierra los ojos y salta. Tres, dos, uno, Ya.

Cierra los ojos, y le deja su lienzo dedicado. Donald desaparece, y ella emocionada ve la dedicatoria que tanto la conmueve.

FINAL

La chica del lienzo

Ese mar azulado que tiene como ojos. Ella, sentada en busca de una cerveza en un bar en Malasaña, él un extraño pintor americano enamorado de Dalí, pide un San Francisco, y se sienta mientras mira un periódico nacional en el que lee en la sección de cultura, una exposición de fotografías sobre el encuentro del New yorkino Andy Warhol, con la jet set de la movida madrileña en la galería Vijande.
Los dos se encuentran en una tasca madrileña y sólo se oye las canciones de una radio comercial. Un camarero rubio les sirve a ambos sus sendas bebidas. Él sigue mirando el periódico y mira a la chica de pelo negro y comienza a dibujar. Da forma a la cara, y entre silencio de canción y canción, la observa para quedarse con la ímagen.
Ella se toma la segunda caña, y saca los apuntes, la mesa vacía anteriormente, acaba en un tsunami de papeles encima. Letras y subrayados en rojo. Mientras él comienza a dar más forma y dibuja una mesa llena de papeles en los que no escribe nada. Mientras está pintando, el no se da cuenta de que la sombra que aparece por encima de los papeles no es producto de su imaginación. Y es ella. el pintor no sabe que hacer mientras ella sigue en silencio, él se levanta deja el dibujo, se toma el San Francisco, paga y al irse ella le dice.
- ¿Podías regalarmelo no?
- ¿te ha gustado?
- No la dibujan a una todos los días.
- toma entonces para ti.
- Dedicamelo por favor.
- sí- Mientras escribe en los papeles en blanco en los que ha dibujado-
- Gracias. Muy bonita la dedicatoria, pero hay algo que no entiendo.
- Que no entiendes.
- estos datos de aquí.
- Esta noche hay una exposición sobre Warhol,  si quieres venir, ven y te dedicaré tu lienzo.
- Perfecto.

Ella se va sonriendo en busca de la tercera caña.

viernes, 18 de mayo de 2012

Las nueces del amor

Suenan esas viejas gloriosas como son los Carayos, ese grupo francés de ska que vió como uno de sus integrantes triunfaría y gozaría de una popularidad no grata para los políticos.
Y hoy le dedico la historia a él.

Sandro- Una bolsa llena de nueces. Oh moi petit amore!
Ella- Sé que te gustan- mientras le sonreía, el la miraba seria- ¿Por qué me miras así?
Sandro- hoy hay un concierto privado en la universidad. Tocan unos grupos de reggae, y han traído una sorpresa a última hora.
Ella- No me has respondido a mi pregunta, te la repito.
Sandro- No hace falta. Soy así de serio.
Ella- Podrías ser un poco más agradable a veces.
Sandro- Sí, podría, tu misma lo has dicho. Bueno vas a venir esta noche.
Ella- Se lo diré a mis amigas.
Sandro- Muy bien. Nos vemos.

Se dan un par de besos, y se despiden.

Escena 2- Universidad.

Sandro- ¿No han venido tus amigas?
Ella- ya ves, Laura estaba con Ernesto, y Miren estaba agotada.
Sandro- Bueno, pero tu has venido, que es lo importante.
Ella- si, vamos, ¡soy el alma de la fiesta! eh, estás sonriendo.
Sandro- jaja. Bueno no voy a ser el tipo serio siempre  ¿No?
Ella- ¡claro! Me gusta más el sonriente Sandro.
Sandro- tu siempre repartiendo sonrisas, pues a veces lo contagias.
Ella- Te gustan mis virus alegres.

Sandro se queda en silencio y... de repente suelta una de sus joyitas cambiando de tema.

Sandro- oye, va a empezar el concierto.
Ella- ¿nos acercamos?
Sandro- ven, dame la mano y no te sueltes hasta que te lo diga.
Ella- oh el señorito Sandro me va a secuestrar un rato.
Sandro- no te sueltes, si no, nos perderemos

Llegan a la primera fila, la da un beso, y Sandro se sube al escenario, de repente sale un chico con una guitarra, sigue tocando, mientras Sandro con otra guitarra acompaña a aquel chico, y cantan Salga la Luna. El escenario en Paraninfo comienza a llenarse, y es que ese chico se llama Manu Chao.

Salga la luna, la luna y el sol.... y ahí se ve solo a Sandro tocar la última parte de la canción, mientras Ella, sonríe, y se deja llevar por los sonidos de la guitarra acústica.

Sandro- Has visto esa era la sorpresa.
Ella- ¿Conoces a Manu?
Sandro- Sabía que te gustaría.
Ella- No has vuelto a responder a mi pregunta.
Sandro- Cállate tonta, mis labios te dirán la respuesta.

Mientras se besan Manu Chao, canta Indios de Barcelona, y hay una lluvia de calimocho, de cerveza, mientras siguen con su historia de amor.
Ella- ah una cosa, he traido nueces.
Sandro- así me gusta, moi petit amore! ¡vente!
Ella- mejor no pregunto.

Y salen a bailar al escenario mientras Manu sigue tocando canciones de toda la vida...