jueves, 14 de abril de 2011

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Las dos velas encendidas en la habitación, mientras pasea el gato por ella. abre la puerta y entra un colega y toman te en el salón. Ella va con unas botas marrones y una camisa morada, unos jeans azules que marcan bien su culo. Se enciende un cigarrillo el colega y ella contagiada de la idea es invitada por éste a disfrutar uno de los placeres deseosos, el primero de la noche. La cerveza está fría, y él propone primero dos chupitos de tequila, corta un poco de limón y un poco de sal, no suficientes con el sabor, se toman tres cada uno y empiezan los calores mientras el aire acondicionado no existe. Se enciende otro cigarrillo y comentan un poema de Baudelaire, y otro del libro de las alucinaciones de José Hierro. Comienzan las risas, y él saca de una bolsa el aliño para el tabaco, las manos suaves de ella, hacen el liado con tal especialidad que se le quedan marcados los morados labios en el papel. se sientan y se tragan el concierto de los Piratas, y vuelan, y él comienza a crear poesía. La imagina como un cuerpo ardiente, es un desierto tropical y acaricia el torso por la espalda hacia abajo buscando el relax para ella. Se ríe, el sabor de la piel del cuello comienza a excitarla, y el chico sigue trabajando y mientras ella cierra los ojos, él....

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