miércoles, 27 de abril de 2011

(3)

Posiciona su mano en el culo de ella, y acaricia con la otra mano el pezón derecho endurecido cada vez más, las lenguas se unen y se alejan. Besos buscados. L atrapa con su mano la fiel sabiduría de su placer y comienza a tocarse, adentrarse a reunir más calor, y él excita aún más la zona púbica. El gato se posa en el sofá, testigo invitado de las caricias más ardientes. Ella quiere bailar encima de él, portador de los sueños placenteros de ella. No había ropa, desnudos ya frotando sus genitales, y buscando la plena excitación, el aullido, el grito. Han gemido, y ella le besa en la boca, se tocan y acaban el acto después de media hora. L, y J, acaban en una charla bukowskiana en la cama. Ríen y vuelven otra vez a tener otra unión sexual.

No hay comentarios:

Publicar un comentario